EL TERCER ACUERDO
NO HAGAS SUPOSICIONES
El tercer acuerdo consiste en no hacer suposiciones. Tendemos a hacer suposiciones sobre
todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Hacemos
suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan, nos lo tomamos personalmente y
después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras
palabras.
Todas las tristezas y los dramas que has experimentado tienen sus raíces en las
suposiciones que hiciste y en las cosas que te tomaste personalmente.
Toda cuestión del dominio entre los seres humanos gira alrededor de suposiciones.
Producimos mucho veneno emocional haciendo suposiciones y tomándonoslas personalmente,
porque por lo general empezamos a chismorrear a partir de nuestras suposiciones.
Recuerda que chismorrear es nuestra forma de comunicarnos y enviarnos veneno los unos a
los tros.
COMO TENEMOS MIEDO DE PEDIR UNA ACLARACIÓN HACEMOS SUPOSICIONES Y CREEMOS QUE
SON CIERTAS, DESPUÉS LAS DEFENDEMOS E INTENTAMOS QUE SEA OTRO EL QUE NO TENGA LA
RAZÓN. SIEMPRE ES MEJOR PREGUNTAR QUE HACER UNA SUPOSICIÓN, PORQUE LAS
SUPOSICIONES CREAN SUFRIMIENTO. SÓLO VEMOS LO QUE QUEREMOS VER Y OÍMOS LO QUE QUEREMOS
OÍR. NO PERCIBIMOS LAS COSAS TAL COMO SON.
Tenemos la costumbre de soñar sin basarnos en la realidad. Hacer suposiciones en nuestras
relaciones significa buscarse problemas. Hacer suposiciones en las relaciones conduce a
muchas disputas, dificultades y malentendidos con las personas que supuestamente amamos.
Muchas veces suponemos que la otra persona sabe lo que queremos. El
funcionamiento de la mente humana es bastante interesante. Necesitamos justificarlo,
explicarlos y comprenderlo todo para sentirnos seguros. Si los demás nos dicen algo
hacemos suposiciones, y si no nos dicen nada también. Las hacemos para satisfacer
nuestra necesidad de saber y reemplazar la necesidad de comunicarnos. Incluso si oímos
algo y no lo entendemos, hacemos suposiciones sobre lo que significa, y después, creemos
en ellas. Hacemos todo tipo de suposiciones porque no tenemos el valor de preguntar.
Cuando creemos algo, suponemos que tenemos la razón hasta el punto de llegar a destruir
nuestras relaciones por defender nuestra posición. Suponemos que todo el mundo ve la
vida del mismo modo que nosotros. Suponemos que los demás piensan, sienten, juzgan y
maltratan como nosotros lo hacemos. Esta es la mayor suposición que podemos hacer y esta
es la razón por la cual nos da miedo ser nosotros mismos ante los demás, porque creemos
que nos juzgarán, nos convertirán en sus víctimas, nos maltratarán. Y nos culparán como
nosotros mismos lo hacemos. De modo que antes de que los demás tengan la oportunidad de
rechazarnos, nosotros mismos ya nos hemos rechazado. Así es como funciona la mente.
También hacemos suposiciones sobre nosotros mismos y esto crea muchos conflictos
internos. Por ejemplo, supones que eres capaz de hacer algo y después descubres que no
lo eres. Te sobreestimas o te subestimas a ti mismo porque no te has tomado el tiempo
necesario para hacerte preguntas y contestártelas a ti mismo.
NO ES NECESARIO QUE JUSTIFIQUEMOS EL AMOR; ESTÁ PRESENTE O NO LO ESTÁ. EL AMOR
VERDADERO ES ACEPTAR A LOS DEMÁS TAL COMO SON SIN TRATAR DE CAMBIARLOS. SI INTENTAMOS
CAMBIARLOS SIGNIFICA QUE EN REALIDAD NO NOS GUSTAN.
Si no entiendes algo, en lugar de hacer suposiciones es mejor que preguntes y que seas
claro. El día que dejes de hacer suposiciones, te comunicarás con habilidad y claridad,
libre de veneno emocional. Cuando ya no hagas suposiciones tus palabras se volverán
impecables. .
Con una comunicación clara todas tus relaciones cambiarán, no sólo las
que tienes con tu pareja, sino también con todos los demás. No será necesario que hagas
suposiciones porque todo se volverá muy claro. Esto es lo que yo quiero y esto es lo que
tú quieres. .
LO QUE REALMENTE HARÁ QUE LAS COSAS CAMBIEN ES LA ACCIÓN.
Extraído del Libro ?Los Cuatro Acuerdos?del Dr. Miguel Ruiz.
www.silviafreire.com

|