La energía de las gemas es de la misma clase que la nuestra, pero no está contaminada por bloqueos
mentales ni heridas emocionales, se mantiene en total estado de pureza.
Si queremos usar gemas para establecer una relación terapéutica con ellas, lo primero será
limpiarlas físicamente, poniéndolas en sal gruesa, luego las humedecemos y esperamos 24 horas, las
enjuagamos y están listas para compartir con nosotros este tramo del camino. Otro paso importante es
abrirnos conscientemente a su influencia dejando que nuestros cuerpos sutiles tomen contacto y
reaccionen a estas energías poderosas.
Podemos usarlas para meditar, para armonizar las energías de los chakras, llevándolas con nosotros
como uso personal, para armonizar lugares, para observarlas y hacer infusión con ellas y todo lo que
cada uno pueda ir descubriendo.
Estar en contacto con las gemas nos abre a nuevas comprensiones. Nos permite ampliar la mirada y nos
promueve al cambio para lograr un mejor equilibrio, crecimiento o resolución de situaciones. Cada
comprensión que se concrete en nuestra vida como un cambio es algo que ya es parte de nuestro
crecimiento
Libro recomendado:
Gemoterapia de Bernardo Wikinski, Editorial Kier.

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