Es una técnica manual de presión con las yemas de los dedos en puntos específicos que se encuentran
en la piel en el recorrido de los meridianos (circuitos muy precisos de energía que atraviesan el
cuerpo y que gobiernan su equilibrio).

Cuando en el ser humano se presenta un síntoma tal como dolor, congestión, pérdida de vitalidad,
etc. se está evidenciando un desequilibrio a todo nivel. Si bien no podemos descartar lo mental o lo
emocional, esta técnica tiende al restablecimiento general a través de la acción sobre el flujo de
energía a través de la dígitopresión en los recorridos externos de los meridianos, buscando volver
al equilibrio: tonificando donde hay un déficit y sedando cuando hay exceso. Cuando se recupera el
equilibrio el organismo siente el alivio, tendiendo hacia la recuperación.
Imagen extraída de la Red

|